La historia de tres soldados que continúan sirviéndole a la patria después de ser heridos brutalmente en el año 2004

Todo inició un 27 de julio del 2004,  cuando el sol llanero iniciaba a  posarse  sobre las tierras araucanas, empezaba a oscurecer, la brisa con su estruendo movía fuertemente las hojas de los árboles del centro poblado el Botalón zona rural  del municipio de Tame, Arauca, eran aproximadamente las 5:00 de la tarde cuando  ocho soldados profesionales y un teniente realizaban un registro de área en esta zona, es en ese momento cuando son sorprendidos con disparos; de inmediato los soldados con  valentía  iniciaron  la maniobra y contrataque  buscando proteger sus vidas. La oscuridad se apoderó de la zona selvática y  tras las diversas adversidades de la noche lucharon durante una hora repeliendo  el vil ataque que este grupo subversivo les había tendido. Lastimosamente pocos minutos después son impactados con un artefacto explosivo tipo  cilindro  que les lanzaron. Es ahí  cuando los tres soldados  profesionales caen gravemente heridos, el primero de ellos fue golpeado por un  fragmento metálico en la parte superior del cráneo que lo dejo inmóvil  pero consiente, se trata del soldado profesional Gonzales Bernardo, quien es oriundo de la ciudad de Bucaramanga y que en ese momento llevaba cuatro años en la institución. El segundo, tras el impacto resultó  con una herida abierta en la parte baja del  abdomen, dejándolo con sus órganos internos por fuera de su cuerpo. Él con su respiración agitada y lágrimas en su rostro  decía a sus compañeros que no lo dejaran morir.  El soldado profesional Pinto Ricardo en un instante recordó que estaba esperando una llamada de su  novia,  y justo suena el celular, él con un tono de voz muy bajo pedía  que por favor le pasaran el  celular, añoraba profundamente  comunicarse con su novia. Y  Barajas Edgar, el último de ellos, es quién cayó  tendido al suelo  porque al momento del fuerte ataque  un trozo de este metal se le incrustó y le perforó  su costilla  y su pulmón. A pesar de ser un hombre muy tranquilo y calmado cierra sus ojos mostrando la gallardía, valentía  y el ímpetu que un héroe de la patria debe tener al momento de vivir experiencias tan fuertes como estás, por eso    sin pensar  en el  dolor que sentía siempre mantuvo su cabeza en alto sin  alarmar a sus compañeros que en ese momento  se encontraban  auxiliándolo. Fueron  cuatro angustiosas  horas de sufrimiento mientras los enfermeros de combate luchaban por estabilizar y mantener con vida a sus lanzas. A las 10: 00 de la noche   llegó el  apoyo aéreo que los trasladaría  de manera inmediata al hospital de Arauca,  pero por la gravedad de sus heridas fueron remitidos  a la ciudad de Bogotá e internados en la unidad de  cuidados intensivos donde los tres héroes permanecieron por dos y tres meses respectivamente. Siendo  Gonzales el más afectado, pues quedo en estado vegetativo y cuya recuperación fue más lenta, ya  que pierde el conocimiento de las personas, su audición, su voz, y la visión. Proceso de recuperación que tardo tres años. Poco a poco estos tres soldados  lucharon  por sus vidas y les  demostraron a sus familias  y a todas las personas que los rodeaban que si se puede perseguir  lo que se quiere. Sin embargo pese a todo el sufrimiento dejando a un lado este suceso decidieron seguir nuevamente velando por la integridad y el bienestar de todas las personas de Colombia y vincularse de nuevo a la institución en el departamento de Arauca porque como dijo uno de ellos "no sabría qué sería de mi vida estando lejos de mi  Ejército Nacional”. Ellos aún recuerdan la profunda herida que causó en sus almas y sus mentes la emboscada de aquel 27 de julio del 2004 que el grupo armado  ilegal  tendió  a  las tropas y la población civil, hecho en los que estuvieron a punto de perder la vida y que para poder superar este suceso tuvieron que perdonar y dejar de sentir rencor por estas personas, pues como expresó el soldado profesional, Barajas “Dios es el que obra,  y por eso  nos permitió seguir aquí ya que la misión de nosotros en este mundo es poder salvar otras vidas”.