Millonarios ganó el partido de ida ante Cúcuta en la semifinal de la Copa Colombia
Millonarios volvió a pasar trabajos en Bogotá, como le sucedió en sus dos más recientes partidos en casa contra el descendido Unión Magdalena y el eliminado Boyacá Chicó. Esta vez, el que lo hizo sudar petróleo fue el Cúcuta Deportivo, único sobreviviente de la B en la Copa, pero un gol de Leonardo Castro bastó para sacar una ventaja que tendrá que mantener el domingo, en la semifinal del torneo.
Cúcuta Deportivo ya había mostrado que podía hacerles daño a los equipos de la A. Que lo digan Once Caldas, Junior y Medellín. Sorprende entonces que, en la tabla del semestre en la B, contando todas las fases, sea segundo, 12 puntos por debajo de Fortaleza.
Los rojinegros armaron un partido para aguantar y contragolpear. Le entregaron la pelota a Millonarios, pero no lo dejaron jugar cómodo, como ya lo habían hecho recientemente en Bogotá Unión Magdalena y Boyacá Chicó.
A pesar de que la pelota fue azul durante mucho rato, en la primera etapa solo hubo dos opciones para el local, un remate de Mackalister Silva que atajó el arquero Ezequiel Mastrolía y otro de Bertel, terminando el primer tiempo. Cúcuta, con menos tiempo con la bola, tuvo la más clara, que falló increíblemente Jaime Peralta. Tan evidente fue, que el técnico lo sacó para el segundo tiempo.
El sufrimiento de Millonarios antes del gol de Leo Castro
Millonarios fue inclinando la cancha hacia el arco sur de El Campín en el segundo tiempo y Cúcuta fue perdiendo esa iniciativa que lo hizo acercarse al gol, especialmente, después de la salida del exAmérica Joider Micolta por lesión. Pero el desespero cundía en El Campín.
Alberto Gamero sacudió el tablero y llenó la cancha de hombres de ataque: entraron Luis Paredes y Fernando Uribe y se fueron Larry Vásquez y Édgar Guerra. Las opciones escaseaban, pero todo se daba para que apareciera algún error.
Y llegó en una obstrucción en el borde del área, para un tiro libre indirecto a favor de Millos: Beckham Castro pisó la pelota y Leonardo Castro le rompió el arco a Mastrolía, que puso barrera abierta pero se paró en la mitad del arco: por el palo que regaló, entró la pelota, en el minuto 74.
Poco después del gol, el juez David Espinosa, con ayuda del VAR, expulsó al atacante Jefry Zapata, que además de que entró mal al juego, terminó metiéndole un pisotón a Paredes por detrás que pudo haber tenido consecuencias fatales para el jugador de Millonarios.
El campeón colombiano no pudo sacarle provecho al hombre de más y llega con ventaja, mínima, pero ventaja, al partido de vuelta el domingo en el General Santander. Cúcuta no parece de la B: es un equipo hecho y derecho que lo complicó y que podría resolver en casa su paso a la final.
