En la Reserva “La Esperanza”, se realizó la sexta liberación de galápagas sabaneras
El pasado viernes 13 de diciembre, se cumplió una nueva cita ambientalista en la Reserva Natural de la Sociedad Civil La Esperanza, ubicada en el sector Aguaverde, vereda Caño Chiquito en el municipio de Paz de Ariporo.
Bajo el liderazgo de la señora Libia Beatriz Parales Ramírez, mujer que ha dedicado gran parte de su vida a la protección y conservación ambiental, se cumplió una nueva jornada con la liberación de 600 galápagas sabaneras en el estero “Los Curitos”, ubicado en dicha reserva. Estas tortuguitas liberadas son fruto de todo un proceso dispendioso, que inicia con la recolección de huevos de dicha especie, protegiéndolos de los depredadores y llevándolos a un proceso de incubación, y luego de nacer, protegerlos y cuidarlos hasta una edad que puedan ser liberadas a su habitad natural.
Este proyecto de conservación denominado “Huella Galápaga”, ha contado desde sus inicios con el auspicio y apoyo de la empresa Parex Resources, quien ha facilitado estos procesos de impacto ambiental sostenible, de esta especie emblemática de nuestra región. Así mismo el respaldo y acompañamiento de Corporinoquia.
A esta sexta liberación de galápagas, asistió Marvin Zapa, Profesional de apoyo de sostenibilidad de Parex, Ricardo Combariza, profesional de apoyo de fauna silvestre de Corporinoquia, Jorge Zabala, biólogo especialista en la investigación de la galápaga sabanera, la artista de música llanera Nancy Vargas madrina de esta jornada, la escuela de Campamentos Juveniles del municipio y ambientalistas y comunidad en general del sector.
Todo este trabajo ambiental en la reserva La Esperanza, es desarrollado a través de la Fundación Reservane en cabeza de la señora Libia, quien junto a destacados colaboradores y su núcleo familiar, ha logrado en los últimos veinte años la liberación de más de 6.000 tortugas y la preservación de más de 27.000, trabajo que no solo se ha realizado en Casanare si no también en el departamento de Arauca, contribuyendo así significativamente al equilibrio ecológico de los humedales de la Orinoquía.
Como acto a destacar en esta jornada ambiental, fue la entrega de las banderas de dicho proyecto por parte de doña Libia a sus hijos y nietos, quienes han venido acompañando este trabajo por años y ahora deberán liderar este proceso de relevo generacional. Esto no quiere decir que Libia Parales abandonará su lucho ambientalista, al contario, lo hace porque anunció que se dedicará a sacar adelante un proyecto de conservación similar, pero con otra especie insignia, como es el cachicamo o armadillo sabanero, que también está en peligro de extinción.