Ha fallecido uno de los fundadores del comercio en Paz de Ariporo

Por: Robinson Romero Mesa A sus 88 años de edad partió a la eternidad Don Carlo Julio Flórez, “El Veterinario del Pueblo” como muy seguramente lo seguiremos recordando, falleció en la ciudad de Bogotá este jueves 21 de septiembre en la clínica Cardio Infantil, luego de una recaída producto de una reciente cirugía; ha partido pero nos deja un legado que difícilmente olvidaremos los Paz de Ariporeños. Don Carlos Julio era natural de Támara y como muchos Tamareños salieron de su territorio buscando mejores oportunidades de vida en otras partes del departamento, gracias a su visión se fijó en Paz de Ariporo un territorio que lo acogió y donde deja grandes huellas. Al consultar con los comerciantes más antiguos de Paz de Ariporo, nos dan cuenta que fue don Carlos Julio uno de los fundadores del comercio en este municipio, durante más de 50 años ejerció su profesión de comerciante de medicina veterinaria, en su establecimiento comercial llamado “Veterinaria El Llanero” ubicado toda la vida en la Cra 10 con Clle 10 esquina, lugar donde hasta hace pocas semanas llegaba la mayoría de campesinos a comprar los productos agrícolas y los medicamentos veterinarios pues era Don Carlos la persona de confianza a la hora de formular estos productos para sus cultivos o para sus animales. Nos relatan sus familiares que en aquellas épocas además de luchar por traer el comercio a la región era también quien estaba al frente de la organización de las fiestas patronales en la población, pues él tenía claro que en estas fechas especiales eran momentos de oportunidad para mostrar a propios y visitantes que este municipio es una tierra promisoria. Fue él quien con sacrificio de jornadas de ocho días de viaje de Sogamoso- Boyacá a Paz de Ariporo soportando la inclemencias del tiempo; lluvias, sol, ríos crecidos y desbordados, vehículos enterrados por las pésimas vías de acceso en aquella época de los años 1970 y 1980, que como diera lugar siempre llegaba con algo que vender y comercializar a los habitantes de esta zona. Hoy cuando nos trae a la mente todos estos recuerdos su esposa Celina y sus tres hijos nos dicen que siempre tendrán en la mente el recuerdo de una persona recta, integra, inteligente, noble, honesta, responsable, luchadora, trabajadora, amoroso, con carácter y entrega a su familia, así lo describió Gloria una de sus hijas quién puntualizo diciendo que no hay más palabras para describirlo que decir con orgullo que ese fue y será su padre.