
Zorro destaca el poder transformador de la autoconstrucción en medio de la emergencia invernal
Una camioneta cruza el nuevo puente sobre el caño Los Caribes, en la vereda La Manga de Hato Corozal. A su paso, no solo avanza un vehículo: avanza también una idea que tomó forma con las manos de campesinos, líderes comunales, funcionarios y bomberos. Es el resultado tangible de una estrategia que se ha ganado el respeto del territorio: Puentes con la Gente y Para la Gente.
“Este es el resultado de cargar bultos y batir cemento”, expresó con orgullo el gobernador César Ortiz Zorro al ver esta imagen. En medio de la temporada invernal, cuando las lluvias han aislado a decenas de comunidades rurales, la autoconstrucción ha sido una respuesta real, efectiva y profundamente humana.
Lo que para muchos era imposible por vía de obra pública, hoy es una realidad gracias al compromiso colectivo. “A punta de amor, compromiso y esfuerzo logramos hacer puentes que por obra pública nunca se iban a hacer. Salvamos vidas, logramos que saquen los productos, logramos que los niños vayan a la escuela”, afirmó Zorro, resaltando el trabajo conjunto con las Juntas de Acción Comunal, alcaldías, diputados, líderes políticos y sectores aliados.
El gobernador volvió a poner en valor el modelo que ha impulsado desde el inicio de su mandato: la autoconstrucción como forma de hacer gestión con identidad. “Este país se construyó bajo la autoconstrucción. Este departamento se construyó bajo la autoconstrucción. En mi esencia tengo la autoconstrucción porque mi padre fue presidente de Junta de Acción Comunal toda su vida y me enseñó a trabajar con las comunidades”, expresó.
La estructura levantada en La Manga no solo permitió el paso de un vehículo: permitió que los bomberos llegaran a atender a campesinos afectados por la creciente. Es una obra que nació de la necesidad, pero floreció con la voluntad de quienes, más allá del cargo o el oficio, entienden que servir también es embarrarse las botas.
Zorro aseguró que esta estrategia está y seguirá siendo replicada a lo largo y ancho del departamento. Porque en Casanare, la infraestructura no solo se mide en metros de concreto, sino en historias de comunidad, de resiliencia y de oportunidades que sí llegan.